jueves, febrero 14, 2008

Tristán e Isolda

Hace unos días he vivido una de las experiencias musicales más fascinantes de toda mi vida, asistir a una representación de la ópera "Tristán e Isolda" en el Teatro Real de Madrid. Fue algo tan mágico que no sé cómo explicarlo con palabras; de hecho, la gran Waltraud Meier me dejó sin ellas.
No pensaba mencionarlo aquí pero, dada la fecha de hoy (14 de febrero), me pareció muy apropiado. Esta obra es una oda al amor y una visión ultrarromántica de éste. Es un placer ver cómo los dos personajes se compenetran de esa manera. Nunca olvidaré cuando ambos en el segundo acto cantan:
"sin separación,
íntimamente solos,
eternamente juntos,
en espacios infinitos
de sueños gozosos".
Fue algo impactante, emocionante e inolvidable.

1 Comments:

Blogger Cristina Presmanes said...

Nos llegará nustro Tristán, nos lo merecemos

besos guapa

6:02 p. m.  

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