Estuve allí
Estoy en plena resaca del fin de semana, y todo porque he vivido los dos acontecimientos culturales del año concentrados en poco espacio de tiempo. No me había recuperado del primero cuando llegó el segundo. No es que sea un resaca del tipo "Síndrome de Stendhal", pero se asemeja.
He descubierto a dos personajes magnéticos y fascinantes. Destacaría de ellos su entrega total, Bruce Springsteen al público, a la música y a los sentimientos; y Juan Muñoz al arte y la provocación.
Lo que sentí el pasado jueves en Madrid fue increíble, sentí que estaba formando parte de algo histórico. He vivido experiencias musicales únicas, tanto clásicas, como operísticas o rockeras; pero ver al Boss y la E-Street Band entregándose al público de esa manera, al 100 %, no se puede describir con palabras. Había una energía mágica, que parecía inagotable (ojalá llegue a los 60 años de esa manera).
Siempre podré decir: "yo estuve allí".
El segundo acontecimiento es la retrospectiva que el Museo Guggenheim ha dedicado al desaparecido Juan Muñoz.
El extraordinario logro artístico de Juan Muñoz radica en la variedad de su obra, que abarca esculturas, instalaciones, dibujos, collages, guiones y ensayos.
Todo el recorrido expositivo depara innumerables sorpresas al visitante. Me entusiasmó la obra Muchas veces, compuesta por cien figuras sonrientes de rasgos asiáticos y sin pies, que parecen inmersos en divertidas charlas. Se trata de un ejército de figuras, instalado en la sala 208, que convierten al espectador en un observador lejano de su extraño mundo.
0 Comments:
Publicar un comentario
<< Home