Pasión por la fotografía

Algo que merece la pena reseñar sobre las gentes de China es su gran afición a la fotografía. La mayoría de ellos son austeros en el vestir o en el comer, pero están a la última en cuanto a tecnología fotográfica se refiere. Tienen un nivel técnico alto, no sé si de formación o intuición, consiguiendo encuadres muy interesantes.

De las anécdotas más graciosas vividas durante nuestra estancia en Pekín fueron las numerosas peticiones, por parte de desconocidos, para fotografiarse con nosotras. Es muy curiosa la sensación de sentirte exótico en un lugar.

Hemos posado con parejas, familias con abuelas, pandillas de adolescentes, madres con hijos; procediendo, la mayoría de ellos, de lugares remotos de China en los que la presencia de occidentales es inexistente.

Para muchos de ellos éramos las primeras occidentales que veían "en carne y hueso". Probablemente hayan vuelto a sus pueblos y contado a sus vecinos nuestro encuentro.