Atención: Vado
Decía el título de la película que Las bicicletas son para el verano. Ocurre lo mismo con las motos. Ahora toca desempolvar y poner a punto nuestras dos ruedas. Qué ganas tengo de sentir el aire en la cara y evitar los atascos que se forman por la afición de nuestros políticos a la arqueología (si al menos se parecieran a Indiana Jones).
La noche londinense no difiere mucho de la santanderina: frikies, alcohol, alguna femme fatale con sus mejores galas volviendo a casa sola y algún que otro pseudorockero escuchando en su MP3 Wild is the wind.
¡¡Madre mía!! Cómo me gusta este grupo.
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