Esgrima con sable

Lo tengo que contar, estoy emocionada con mis clases de esgrima...no pensaba que fuera a ser tan interesante. Es un deporte que siempre me atrajo y no es "flor de un día" después de haber visto la película de "Alatriste" (como algunos me han insinuado). Siempre me resultaron fascinantes esas figuras tan armoniosas, que remiten a los felinos y que resultan misteriosas con sus rostros cubiertos. Es un deporte precioso y extremadamente estético.

Practico la esgrima en la modalidad de sable, un arma blanca que utilizaban los soldados de caballería. Tiene un protector en forma de hueco, que se curva bajo la mano, y una hoja en forma de T en sección transversal. Los tocados o puntos se pueden conseguir embistiendo con la punta o, produciendo un corte con el filo de la hoja.

Cada día me gusta más, aunque tengo que empezar a cambiar el chip. No estoy acostumbrada a este tipo de deportes y cada vez que toco a mi contrincante le pido disculpas por si lo he lastimado. Siempre sé contra quién tiro, pero me gusta imaginar quién puede estar detrás de la careta, un elemento que aporta cierto misterio...en ocasiones desconcertante.